Camino por estas calles polvorientas y semivacías, en las que el piso de losetas se asemeja a un rompecabezas al que le faltan muchas piezas. Un grupo de gente me pasa presurosa con banderas de San José rumbo al estadio, creo que uno de los acontecimientos que mas atrae a la gente de acá es ir a ver el futbol.
Paso por un grupo de puestos callejeros de venta de refrescos, llenos de vasos multicolores preparados con las mil y una recetas de la abuela, un montón de abejas dan vueltas por las copas con tostada. Las vendedoras son amables y llevan unos gorritos blancos o celestes muy originales, sus rostros denotan que el frío ha hecho su trabajo sin piedad por muchos años.
Me pongo a pensar que dirán cuando me ven pasar, luzco como uno mas del montón, con mis 'jeans' y 'tennis' importados, como cualquier hijo de vecino. Reflejaran mis ojos el corazón de ese mozalbete que más de 20 años atrás caminaba por las mismas calles con otros sueños y deseos? O verán este 'monito' que luego de 4 lustros de aventuras con alegrías y más que nada contrastes, a veces ya no se reconoce ni mirándose al espejo?
- "Sírvase caserito, pase, asientito hay, de cual le sirvo?"
- "No, gracias..."
Como explicarles que en mi mente no queda espacio aun para disfrutar de uno de esos refrescos? Como hacerles entender que mi corazon desea recorrer el alma de la ciudad y no uno de esos suculentos preparados?
Miro el reloj son casi las 15:40, llevo 3 días por acá, desde que llegué del "país del norte" mi sueño fué venir a esta ciudad, a la tierra donde nació Mario Álvarez, el maestro protagonista de "American Visa" asi como Luli -la bella- y Artu, mis entrañables amigos.
Oruro tiene un no se qué difícil de explicar y la mejor época para venir es lejos de la temporada de Carnavales. Luego de estar tanto tiempo rodeado de 'aparatitos' de alta tecnología, nuevos inventos electrónicos, espacios arquitectónicos de diseño de avanzada, jardines bien cuidados, puntos de venta 'high tech', gente que nunca te mira ni dice nada y no por usar diversas "maquinitas" ; estar en Oruro es una celebración de lo simple, lo útil y esencial.
El frío me da en la cara mientras continúo caminando y meto las manos en los bolsillos de la chamarra. Respiro profundamente y al sentir este aire frío orureño en los pulmones es cuando me siento más boliviano que nunca. Recuerdo tiempos pasados, como ese viaje en que perdí mi billetera, hace mas de 20 años atrás -creo que caminando por la Avenida España-, todas mis memorias de la infancia se fueron en un segundo, desde las entradas de cine -de la salida con esa chica que tanto me gustaba- hasta esas estampillas nuevas para aumentar la colección.
Ahora soy una especie de trotamundos; asi sin querer y sin pensar, volviendo a un lugar como este me doy cuenta a donde pertenezco y con quienes me identifico. Debe ser diferente la visión de una persona que nunca se movió de acá, no lo dudo. Quien sabe con lo sueños e ilusiones de viajar en pos de oportunidades que vayan mas alla de simples quimeras que se esfuman de a poco en el aire desde la boca del orador de turno.
Con cuanta gente me encuentro que dicen que tiene amigos o familia en..... Y no hace falta hacer una encuesta para darse cuenta que muchos se fueron y otros continúan planeando la fuga.
Después de tantos problemas todos están en su derecho de quedarse o de irse. Y nadie puede ser considerado mejor o peor por el solo hecho de emigrar o de quedarse. Cada individuo tiene su historia, su pasado, presente y futuro
Me siento bien de haber regresado porque soy de ese lugar donde venden comida en la calle, talvez un simple 'sanduche' de carne o un aji de fideo ya puertas adentro. Soy de este lugar en el que las calles están llenas de gente con labios resquebrajados, que caminan mirando al piso. De este lugar donde los niños sonríen a pesar de todo y donde el viento saca notas quejumbrosas al surcar por una zampoña olvidada.
Soy de los cerros y del frío, de la plaza donde la gente va a dar vueltas por la noche. Soy de las calles donde abundan las fiestas en honor al Dios Baco, celebraciones de excesos y descontrol.
Me subí a una flota en busca de mi mismo y llegue a Oruro. La ventisca helada, los arenales, el estadio Patria, el mercadito, la estación del tren, el paisaje del altiplano, Vinto, la morenada, los balnearios con aguas termales, la terminal de buses... De tanto tiempo de nuevo por estas calles...
Soy boliviano, y acá en Oruro lo siento mas que nunca... 100% 'bolita'...
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Oruro es uno de los nueve departamentos de Bolivia. Fue fundado el 1ro de Noviembre de 1606 por Manuel Castro de Padilla. La ciudad se llamo inicialmente Real Villa de Don Felipe de Austria, en honor a Felipe III monarca español.
La existencia de esta ciudad se debe al descubrimiento de minerales de plata en los inicios del año 1605, en la región de Urus, de donde deriva su nombre actual. En el siglo 17 Oruro fue la ciudad más importante del Alto Perú.
Salí de Oruro hace más de 12 años, y aún siento nostalgia por regresar, así como tú, caminar sus calles sin prisa, sentarme y mirar, recordar, encontrarme con viejos amigos,
ReplyDeleteLo más raro es que no soy ni siquiera de Oruro, nací en Santa Cruz y me tocó por bendiciones de la vida vivir en muchos lugares, uno de ellos, Oruro (ojo adoro a mi tierra, soy un cruceño de alma, vida y corazón, y tb. un boliviano, orureño, chuquisaqueño de corazón). Ahora radico en buenos aires, y tengo esa agradable sensación de que volveré algún día a Oruro, quizás como turista, no sé, pero volveré a caminar sus queridas y polvorientas calles, tomar sus jugos de fruta, caminar por la plaza y encontrarme con esos grandes amigos que la vida me regaló allá
Un amigo de Oruro
Si hay algo que admiro de los orureños es un cariño por esa tierra. Mi papa es de Oruro, al igual que su hermana, primos y muchos otros parientes.
ReplyDeleteSi hay algo que siempre escucho de ellos cuando se toca el tema de la procedencia (el clasico 'y tu de donde eres?'), es que se refieren a Oruro como la ciudad mas bonita en la que alguien pueda nacer.
Me da pena que este tan abandonada. Es una ciudad rica en historia y fue pilar importante para nuestro pais durante el auge de la mineria. Es una pena que los bolivianos seamos tan ligeros con la memoria, no han pasado ni 100 años y ya casi nadie (a excepcion claro del orureño) aprecia todo lo que Oruro hizo por Bolivia.
Arriba Oruro!